Este verano en La Foresta nos enfrentamos a emocionantes desafíos que marcaron nuestra travesía. Desde nuestra oficina, ubicada en Simpson esquina las Quintas en Coyhaique, nos aventuramos a recorrer 149 kilómetros hasta la localidad de Puerto Guadal. Fue allí donde nuestro cliente, Diego León, nos contactó por un nuevo proyecto: la construcción de un refugio de 5 x 3 metros cuadrados, acompañado de una amplia terraza de 6 x 5 metros.
Con dedicación y habilidad, nuestro equipo se dispuso a cumplir con las exigencias de la construcción. En tan sólo tres días, logramos construir la estructura deseada, satisfaciendo las expectativas de nuestro cliente. Este logro no sólo representó el éxito de nuestro trabajo, sino también la oportunidad de explorar y dejar nuestra huella en un nuevo rincón de la Patagonia.
A lo largo de este desafío, enfrentamos diversos obstáculos que pusieron a prueba nuestra destreza. Desde la logística del transporte hasta la adaptación al entorno local, cada paso nos enseñó nuevas lecciones y fortaleció nuestro vínculo con la naturaleza y la comunidad.
Pero no sólo eso, porque para Diego León, también fue toda una nueva y gratificante experiencia, al respecto nuestro cliente añadió: “La verdad es que es un muy buen trabajo, o sea, más allá de la construcción, yo te diría que esto comienza bien desde que uno cotiza en adelante, se formaliza el presupuesto y los tiempos. Desde ahí todo correcto, ya que esto fue planificado con meses de anticipación. Tener esa seguridad de estar el día indicado, me permitió poder viajar, porque soy de Santiago, y todo eso fue vital en este proyecto ya que la empresa llegó sin contratiempo. La verdad es que el resultado fue perfecto. Fueron súper responsables y al final cumplieron con la fecha y los plazos, así que estoy muy contento y recomiendo a La Foresta al 100%.”
Mirando hacia el futuro, nos enorgullece haber contribuido y haber cumplido a nuestro cliente en Puerto Guadal y dejado un legado duradero. En La Foresta, cada proyecto es una oportunidad para crecer, aprender y hacer historia en los lugares más remotos de nuestra amada Patagonia.
